Va a volver a pasar. La tarde del 20 de octubre de 2022 un conductor, de nuevo, trató de ganarle el paso a un tren y, de nuevo, fue embestido por la gran máquina ferroviaria, solo que esta vez el vehículo era una pipa que transportaba combustible.
La tragedia. La fuerza del impacto fue tal que la pipa se rompió dejando expuesto su contenido que, al entrar en contacto con el calor del impacto, chispas incluidas, se prendió en fuego cuyas llamas, alimentadas por el combustible derramado, consumieron al menos 120 inmuebles y 50 automóviles.
El peor escenario. El puente por el que circulan los automovilistas para evitar el cruce con el tren estaba fuera de servicio por reparaciones. El conductor de la pipa no hizo alto en el cruce con las vías del tren y tomó la decisión de avanzar para intentar pasar antes que el convoy. Al rededor del conductor imprudente había un gran número de vehículos particulares y de transporte público, personas que vuelven a casa después del trabajo. Un gran número de casas y negocios viven a pocos metros de las vías. En el cruce bajo el puente, no existe un sistema de alertamiento del paso del tren para los automovilistas.
El milagro. A pesar de lo brutal del incendio y de la enorme cantidad de pérdidas materiales, hasta el momento de escribir esta editorial, no se ha reportado la pérdida de vidas humanas; incluso algunos perros también fueron rescatados en el lugar.
Sirva este texto como un homenaje y gratitud para el heroico cuerpo de bomberos del estado, las coordinaciones de protección civil, elementos de las fuerzas armadas y para todos aquellos que se sumaron a las labores de rescate y salvamento.
Ahogado el niño. Todos los años se reportan automovilistas que intentan ganarle el paso al tren, ¿será que este accidente (por no llamarle intento de suicidio/homicidio) provocará la puesta en marcha de acciones punitivas y de prevención? Veremos.
Imágenes de Protección Civil Municipal AGS.